¿Por qué necesitas un plan de sucesión para tu empresa?
Hay muchos aspectos que considerar, como la planificación de la jubilación, las estrategias para reducir los impuestos y la mediación en asuntos familiares.
En una encuesta reciente se reveló que un tercio de los propietarios de pequeñas y medianas empresas piensan retirarse de su empresa en los próximos cinco años y mencionan la jubilación como principal motivo.
Sin embargo, la encuesta también mostró que muchos emprendedores no están debidamente preparados para transferir el control de su empresa. En efecto, solo un 10% de los encuestados contaba con un plan de sucesión formal, un 38% tenía un plan informal (no escrito) y un 52% no tenía un plan.
La planificación de la sucesión de una empresa puede ser algo complicado pues hay muchos aspectos que considerar, como la planificación de la jubilación, las estrategias para reducir los impuestos y la mediación en asuntos familiares.
Se refiere a tener el control de tu eventual salida de la empresa y a pensar en la próxima etapa de tu vida. Esto es fundamental para los emprendedores que generalmente cuentan con su empresa como fuente principal de ingresos para su jubilación. La planificación de la sucesión de una empresa no es un evento puntual, sino un proceso. Este abarca también la exploración de todas tus opciones con el fin de proteger lo invertido en tu empresa, asegurar su estabilidad a futuro, satisfacer las necesidades de las partes interesadas (miembros de la familia, empleados y socios), seleccionar a un sucesor y establecer un cronograma para la transferencia de la propiedad de la empresa.
Si tu empresa está bien establecida, es una buena idea empezar a pensar en un plan de sucesión desde hoy mismo. Por ejemplo, si algo te ocurriera, ¿quién asumiría tus responsabilidades? ¿Tu empresa podría continuar funcionando si quedaras discapacitado? ¿Tendrías los ingresos suficientes para que tú y tu familia mantengan su actual estilo de vida?
La planificación de la sucesión empieza con un plan de contingencia para tu empresa. También necesitarás un poder notarial que autorizará a la persona elegida a que dirija tu empresa en caso de que tú no puedas hacerlo, y que fijará el proceso de sucesión en caso de fallecimiento.
En las primeras etapas de la planificación sucesoria también se deberían considerar aspectos como los seguros de vida y de discapacidad, la actualización del testimonio, la planificación financiera (ingreso esperado para la jubilación, proyección del valor futuro de las prestaciones de pensión y de los planes de ahorros).
Es también muy importante reunirte con tu familia y tener una discusión sincera con ellos acerca de cómo piensas dejar tu empresa. Esto puede aliviarte muchos inconvenientes emocionales durante el proceso.
Muchos emprendedores trabajan arduamente para forjar sus empresas con la intención de transferirla a sus hijos. Sin embargo, las empresas familiares presentan sus propios desafíos. Las riñas familiares pueden afectar la empresa y también pueden surgir desacuerdos con respecto a las responsabilidades y el dinero. Esta es la razón por la que solamente un tercio de las empresas familiares se mantienen en la segunda generación.
Ya sea que busques transferir tu empresa a un miembro de tu familia o a un socio empresarial, o venderla a un tercero, existen muchos aspectos técnicos que considerar, como los siguientes:
Los aspectos más “humanos” de la planificación de una sucesión (identificar a un sucesor, resolver riñas familiares), así como los asuntos técnicos pueden ser complejos. Esta es la razón por la que es recomendable que trabajes con un equipo de profesionales (un abogado, un contador, un asesor financiero y un planificador del caudal sucesorio) en todas las etapas del proceso.
Tu Asesor de Pequeñas y medianas Empresas, de Scotiabank, puede ayudarte a iniciar el proceso de planificación de la sucesión y a ponerte en contacto con profesionales experimentados, según lo requieras.